Por: Maribel Torres Martín
Lo más importante de la Ley de Movilidad, lo que verdaderamente apremiaba para que se regule el servicio de Uber en Quintana Roo y se tome en cuenta también a quienes brindan el servicio de taxis, es la seguridad de los usuarios.
Con la entrada de Uber en el estado, esta seguridad se vio amenazada con las constantes agresiones por parte del gremio de taxistas de la zona norte del estado, lo que ya se estaba convirtiendo en una situación de alerta para el turismo y que desafortunadamente algunos visitantes y ciudadanos vivieron. Esta urgencia no pasó por alto para la gobernadora Mara Lezama, quien en menos de 7 meses de estar al frente del poder ejecutivo atendió tan importante demanda que se había postergado durante años y, con determinación abordó el tema poniendo orden en la movilidad y como consecuencia también en seguridad.
Pero este resultado no se obtuvo de manera fácil. Se hicieron gestiones que nunca se habían logrado: sentar en la mesa a todas las partes involucradas, taxistas, representantes de Uber y todo el sector que tenga injerencia en el tema, a fin de discutir de manera civilizada la forma de operar con reglamentos el transporte con base en aplicaciones digitales y, los resultados se reflejan en la iniciativa presentada de la Ley de Movilidad, que hoy ya está en el Congreso del Estado.
Entre los puntos importantes que se consideraron para la ley, destaca que todas las unidades deberán contar con geolocalización en tiempo real, botones de pánico, cámaras de video y grabación de voz, que estarán conectados a un sistema de seguridad.
La seguridad, siempre como punta de lanza para la ciudadanía y el turismo, un aspecto que debe destacarse y se reconoce como prioritario.
Pero además, como ciudadanos, tenemos el derecho de elegir el servicio que decidamos según sea nuestra preferencia, sin ningún tipo de temor o presión. Ello es muestra de que vivimos en una democracia, el poder y derecho de decidir, la libre y sana competencia económica y la igualdad de condiciones entre los prestadores del servicio de transporte, pues se contempla que los taxistas también ofrezcan sus servicios a través de una aplicación móvil. Eso sí es de reconocerse.