* La reincorporación de la visa puede verse como un fracaso diplomático, donde el responsable directo es el embajador mexicano en Canadá
* La Secretaría de Gobierno, primera dependencia estatal en alcanzar la prestigiosa Certificación Oro de cumplimiento de la Norma Mexicana en igualdad laboral y no discriminación
Por Joaquín Quiroz
En el tablero de la diplomacia internacional, donde cada movimiento puede tener repercusiones de largo alcance, la reciente decisión de Canadá de reinstaurar los requisitos de visa para los mexicanos viajeros subraya la importancia crítica de la competencia y la habilidad en el ámbito de las relaciones exteriores.
Esta medida, que parece ser una respuesta directa a un incremento en las solicitudes de asilo por parte de ciudadanos mexicanos, no sólo plantea interrogantes sobre la eficacia de la diplomacia mexicana bajo la gestión del inepto embajador Carlos Joaquín González, sino que también arroja luz sobre los delicados equilibrios de la política internacional y las relaciones bilaterales.
La decisión de Canadá, impulsada en parte por las presiones del gobierno de Quebec, revela un intento por equilibrar la hospitalidad hacia los migrantes con las preocupaciones sobre el sistema de asilo y la seguridad fronteriza.
Sin embargo, el impacto de esta medida va más allá de las implicaciones inmediatas para los viajeros mexicanos; amenaza con enturbiar las aguas de una relación bilateral que había sido fortalecida por la eliminación de estos mismos requisitos de visa en 2016 por parte del primer ministro Justin Trudeau, en un esfuerzo por mejorar las relaciones comerciales entre Canadá y México.
El papel del embajador Carlos Joaquín González en este escenario ha sido objeto de críticas severas, siendo acusado de no lograr prevenir o al menos mitigar esta escalada. La diplomacia, después de todo, exige la habilidad para negociar y comunicarse efectivamente, además de la capacidad para anticipar y responder a los cambios en el panorama político internacional.
La reincorporación de la visa puede verse como un fracaso diplomático, donde el responsable directo es el embajador mexicano en Canadá, y la falta de proactividad o habilidad para navegar por las complejidades de las relaciones Canadá-México ha llevado a un retroceso significativo en la cooperación bilateral.
La respuesta del presidente López Obrador sugiere un posible enfriamiento de las relaciones, al insinuar que México podría reconsiderar su participación en eventos diplomáticos clave, como la Cumbre de Líderes de América del Norte, si percibe que no está recibiendo un trato respetuoso. Esta tensión entre las naciones vecinas destaca la importancia de la diplomacia y el diálogo continuo para resolver disputas y prevenir que estas escalen en primer lugar.
Aunque Canadá ha intentado suavizar el impacto excluyendo del nuevo requisito de visa a ciertos grupos, como los trabajadores extranjeros temporales y estudiantes, el daño a la percepción de las relaciones bilaterales puede ser más difícil de reparar.
La diplomacia eficaz requiere una mezcla de tacto, previsión y, sobre todo, un entendimiento profundo de las dinámicas internacionales y los intereses nacionales. La situación actual subraya la necesidad de que ambos países refuercen su diálogo y busquen soluciones conjuntas que respeten los intereses y preocupaciones de ambas partes.
Mientras Canadá y México navegan por este periodo tumultuoso, la lección clave es la importancia de la competencia diplomática en la resolución de crisis y en su prevención. La habilidad para mantener relaciones bilaterales fuertes y productivas, incluso frente a desafíos significativos, no sólo es deseable sino esencial en el complejo mundo de la diplomacia internacional, y esto en medio de un embajador inepto, con una Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que, desde la salida del ex canciller y ex corcholata Marcelo Ebrard, no ven su esquina.
Quintana Roo brilla en igualdad y no discriminación bajo el liderazgo de Mara Lezama
En un panorama político donde los logros se miden en acciones concretas y transformaciones palpables, Quintana Roo se erige como un ente de progreso y equidad, bajo la guía de la gobernadora Mara Lezama. Mientras algunos liderazgos se diluyen en el mar de promesas no cumplidas, Lezama y su equipo han marcado un parteaguas en la historia administrativa y social del estado, especialmente en la Secretaría de Gobierno que encabeza Cristina Torres Gómez, que se convierte en la primera dependencia estatal en alcanzar la prestigiosa Certificación Oro de cumplimiento de la Norma Mexicana NMX-R-O25-SCFI-2015, en materia de igualdad laboral y no discriminación.
Esta distinción no es un mero adorno en la vasta colección de logros de una administración, sino el reflejo de un esfuerzo titánico y un compromiso inquebrantable con la inclusión, la igualdad y la justicia social. El reconocimiento otorgado por Verificadores Internacionales Mexicanos (VIM) no sólo pone de manifiesto la excelencia en el servicio y la administración pública estatal, sino también subraya el liderazgo visionario de Lezama, quien ha sabido guiar a su equipo hacia la creación de un ambiente laboral libre de discriminación y lleno de oportunidades equitativas para todos.
Este logro de Quintana Roo, siendo la Secretaría de Gobierno la segunda dependencia en todo el país en obtener tal distinción y la primera en lograr una calificación perfecta de 100 puntos, contrasta marcadamente con las gestiones anteriores, donde la igualdad y la no discriminación laboral parecían objetivos distantes y no prioritarios.
El enfoque holístico y la determinación de la gobernadora para implementar políticas y prácticas que fomenten un verdadero cambio cultural en materia de igualdad y no discriminación, han sido claves en este éxito.
Mientras otros se quedan en la retórica, Lezama ha puesto en práctica acciones afirmativas y medidas de nivelación que han transformado el rostro de la administración pública en Quintana Roo, estableciendo un estándar de oro, literalmente, para otras entidades y dependencias a nivel nacional.
Además, este logro resalta la capacidad de la actual administración para trabajar mancomunadamente hacia objetivos claros y medibles, demostrando que con voluntad política y compromiso se pueden alcanzar metas que parecían inalcanzables. En un momento donde la igualdad y la no discriminación son temas cruciales en la agenda global, Quintana Roo se posiciona como un ejemplo a seguir, gracias a la visión y liderazgo de Mara Lezama.
Este logro de la administración de Lezama es un triunfo para su gobierno y para toda la sociedad de Quintana Roo, marcando un antes y un después en la forma de concebir y practicar la igualdad y la no discriminación en el espacio laboral gubernamental.
Mientras la gestión de Mara Lezama continúa marcando pautas en el ámbito de la igualdad laboral, queda claro que el liderazgo efectivo y comprometido puede, de hecho, generar cambios culturales significativos y duraderos, beneficiando a toda una sociedad y sentando las bases para un futuro más inclusivo y equitativo.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, Twitter, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten nos leemos pronto Dios mediante, pero que sea Xlalibre.
