*Sheinbaum y Lezama no solo están trabajando para el presente de Quintana Roo, sino para su futuro
*Cuando Portilla creía que podría causar algún estrago, la presidenta Sheinbaum le da un espaldarazo contundente al gobierno de Diego Castañón
Por Joaquín Quiroz Cervantes
En los afectos de Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México, destaca una figura clave: Mara Lezama, la gobernadora de Quintana Roo. La sinergia entre ambas líderes no solo refleja una admiración mutua, sino un compromiso sólido con el bienestar y el desarrollo de Quintana Roo, un estado que ha sido y sigue siendo prioridad en la agenda del gobierno federal.
La reciente confirmación de un ambicioso proyecto de infraestructura, como la construcción del nuevo Bulevar Turístico que conectará Cancún con Costa Mujeres, es testimonio de los beneficios que esta relación trae a la entidad. Este proyecto, que contará con una inversión federal de 2 mil 700 millones de pesos, no solo mejorará la conectividad de la región, también generará más de 500 empleos directos, potenciando el desarrollo económico local.
La visión de Sheinbaum, ejecutada con la energía incansable de Mara Lezama, se traduce en proyectos de alto impacto como Ciudad Mujeres, una nueva zona hotelera que promete transformar la región, generando un flujo constante de divisas y beneficios para los habitantes de Quintana Roo. Bajo el liderazgo de ambas mujeres, se está construyendo un futuro prometedor para el estado.
Lo que queda claro es que la transformación, lejos de ser un discurso vacío, se traduce en acciones concretas. Mara Lezama, con su cercanía y gestiones ante la presidencia, está asegurando que los compromisos del gobierno federal con Quintana Roo se cumplan. Al mismo tiempo, Sheinbaum demuestra que su cariño por el estado es genuino, posicionando a la región como un punto clave en esta segunda etapa de la transformación nacional.
Así, en una colaboración estrecha y fructífera, Sheinbaum y Lezama no solo están trabajando para el presente de Quintana Roo, sino para su futuro, consolidando una sinergia que continuará impulsando al estado a brillar en todos los escenarios posibles. Quintana Roo, sin duda, está en buenas manos.
Portilla Mánica y sus patadas de ahogado
¡Vaya, vaya, con Jorge Portilla Mánica! Resulta que el “constructor estrella”, ex secretario de Infraestructura y ahora regidor naranja, doblemente derrotado en las elecciones de Tulum, decidió convertirse en el adalid de la justicia territorial. ¡Qué cosas! Y es que, claro, cuando su jefe, Carlos Joaquín “Chespirito”, lo nombró para su antiguo cargo, su fama no era precisamente por su profundo conocimiento de obras públicas, sino por su afición a la acaparación y especulación de tierras, como si las parcelas fueran estampitas de colección.
Ahora, con la llegada del Plan de Ordenamiento Territorial (PDU) en Tulum, bien fundamentado y aprobado con todo el rigor que tanto le faltaba al municipio, Portilla ha decidido alzar la voz en contra de este esfuerzo de planificación. Sí, el mismo Portilla que, en sus mejores días, seguramente pensaba que un “PDU” era una nueva marca de tractores. ¡Ah, pero cómo cambian los tiempos!
El regidor, que parece más empeñado en coleccionar derrotas que en proponer soluciones, quiso agarrar de bandera que este PDU estaba mal. Que no era correcto, que no se tomó en cuenta a todo el mundo, que los empresarios no están contentos, bla, bla, bla.
Todo un berrinche público, digno de la tragicomedia política. Claro, lo que no pudo esconder es que su campaña de “yo sí sé cómo hacer las cosas” se quedó en eso: ruido de fondo. Porque cuando le tocó ser candidato… bueno, mejor ni recordarlo. Dos veces derrotado, y las que se aviente lo mismo será.
Pero Portilla, como buen protagonista de telenovela mala, no se rinde. A pesar de su historial de derrotas, sigue tratando de desestabilizar a quien realmente está trabajando por el bien de Tulum: Diego Castañón Trejo.
Se nota que Portilla no ha entendido que las campañas ya se terminaron y que ahora es momento de gobernar, o al menos intentarlo. No, señor. Él prefiere seguir haciendo ruido, buscando cómo sembrar cizaña, quizás esperando que alguien, en algún rincón del país, le preste atención.
Y justo cuando Portilla creía que podría causar algún estrago, ¡zas!, la presidenta Claudia Sheinbaum le da un espaldarazo contundente al gobierno de Diego Castañón y al PDU. En su mañanera, Sheinbaum dejó bien claro que este plan territorial es lo que Tulum necesitaba para evitar seguir creciendo de manera desordenada.
Una bofetada con guante blanco para Portilla, que seguramente esperaba una respuesta más tibia. Pero no, Claudia Sheinbaum, bien informada, sabe que este tipo de planes son necesarios para acabar con los asentamientos irregulares y, sobre todo, para poner en su lugar a los acaparadores de tierra. Sí, esos mismos a quienes Portilla conoce tan bien.
Mientras el regidor naranja sigue acumulando fracasos y armando pataletas públicas, el gobierno avanza. La aprobación del PDU es una victoria para Tulum y una lección para quienes creen que pueden seguir especulando con el futuro de un municipio que ya no está dispuesto a tolerar más desorden.
Y mientras Portilla sigue jugando a ser el villano de la película, el verdadero trabajo sigue adelante, con el apoyo no solo de Diego Castañón, sino también de una presidenta que sabe lo que hace. ¡Aplausos para ellos, risas y pena ajena para los otros!
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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