Una pena que mientras Quintana Roo e importantes destinos suyos ganen premios de la prestigiada aplicación Trip Advisor, existan pocilgas disfrazadas de hoteles pesimamente calificados como el Hotel Flamingos de Cancún propiedad de Roberto Cintrón Junior, que incluso los usuarios lo califican como que ni a su peor enemigo le recomendarían alojarse en el citado hostal.
Quejas por mal funcionamiento de instalaciones, sitios sucios e insalubres es lo que se encuentran en este cuchitril que Robertito Cintrón ha dado al traste, no cuidando el legado de su respetable padre Don Roberto Cintrón, y así con un hotel pesimamente calificado le daba por jugar al líder hotelero, una vergüenza para el gremio ya de ser la cortedad de su señor padre ni hablamos.
Así Junior Cintrón, quien más pierde el tiempo en querer armar campañas y guerras sucias contaminando organismos gremiales con politiquerías y grillas baratas desde chats empresariales, más debiera estar atento de su herencia y tener en orden su negocio, se nota que no le costó a él sino a su señor padre, ya que las opiniones sobre su hostal son pésimas, ya de su papel al frente de los hoteleros ni hablamos.