*La labor firme y decidida del fiscal Raciel López Salazar y su equipo ha marcado un antes y un después, enviando un mensaje claro: en Quintana Roo, la violencia no quedará impune
Por Joaquín Quiroz Cervantes
En el escenario político de Quintana Roo, se pone en la mira una persona que no solo encarna la experiencia y el rigor en la administración pública, sino que también se ha convertido en sinónimo de compromiso, disciplina y visión futurista: Ana Paty Peralta de la Peña.
Su labor en Benito Juárez se destaca como un claro reflejo del legado que la gobernadora Mara Lezama ha sembrado en la entidad, y de cómo, al continuar ese proyecto de gobierno, se ha posicionado como la edil “más marista” de las munícipes, marcando pauta en una de las ciudades con mayor dinamismo y crecimiento del país.
Desde sus primeros pasos en la política, Ana Paty ha demostrado una capacidad inusitada para adaptarse a las exigencias de un territorio en constante transformación.
Su trayectoria –que abarca roles como regidora, diputada local, diputada federal y presidenta municipal– no es sino un testimonio del ascenso y la consolidación de una mujer que entiende a la perfección las complejidades de una ciudad en la que diariamente convergen desafíos en seguridad, infraestructura y servicios.
En Cancún, epicentro de la transformación quintanarroense, su presencia se hace sentir con la fuerza de un tambor batiente, marcando el ritmo de una administración que no deja ni un recoveco sin atender.
El estilo de gestión de Ana Paty Peralta se caracteriza por su incansable movilidad y la implementación de una agenda intensa, a la par de la gobernadora, cuando se encuentra en la capital turística y económica de Quintana Roo es decir Cancún.
Sus constantes recorridos por todo el municipio, desde los puntos más tradicionales hasta los centros de mayor crecimiento, reflejan una administración que no solo responde a las necesidades inmediatas, también se anticipa a las demandas de una población en expansión y a un sector turístico que mueve millones.
La clave de su éxito radica en la capacidad de imitar y, a la vez, innovar sobre el modelo de gobierno que ha dado frutos en la administración anterior.
En un momento en el que Cancún se reinventa día a día, la estrategia de Ana Paty se centra en dotar de servicios e infraestructura a una ciudad que se ha convertido en el imán de nuevas oportunidades, y también de crecientes desafíos.
Es en este escenario de cambios vertiginosos donde su labor adquiere un significado especial, siendo la continuación lógica de la visión política impulsada por la gobernadora Mara Lezama.
La cuarta transformación en la que se inscribe su accionar se ve reflejada en cada uno de los proyectos que impulsa. Su visión de futuro y su capacidad para tejer alianzas estratégicas han catapultado a esta edil a escenarios de mayor calado, convirtiéndola en una pieza clave del morenismo en Quintana Roo.
Sin escándalos, ni verse inmiscuida en corruptelas ni desvíos, de una sola pieza, Ana Paty se ha destacado como una mujer de familia, comprometida con su gente y con una visión clara: transformar Benito Juárez en un municipio que se erija como modelo de desarrollo y progreso y paz.
Ana Paty Peralta no solo sigue los pasos de Mara Lezama, sino que también traza su propio camino con determinación y rigor.
Su carrera es un ejemplo de ascenso basado en el trabajo, la disciplina y la dedicación, valores que hoy posicionan a Benito Juárez como el referente de una política de transformación que, sin duda, continuará marcando tendencia en la agenda regional.
La edil más marista se erige así como una figura protagónica de una nueva era en la política quintanarroense, una era en la que el compromiso con la ciudadanía y la visión de futuro son los pilares fundamentales para un desarrollo sostenible y equitativo.
La justicia digital da un paso histórico en Quintana Roo
El reciente avance en la condena por violencia digital en Quintana Roo representa mucho más que un mero veredicto penal; es un parteaguas que ilumina el camino hacia una sociedad que, al fin, se niega a tolerar la violación de la intimidad y dignidad de las mujeres.
La labor firme y decidida del fiscal Raciel López Salazar y su equipo ha marcado un antes y un después, enviando un mensaje claro: en Quintana Roo, la violencia digital –tan insidiosa como devastadora– no quedará impune.
Eduardo Augusto N., un joven de 22 años originario de Yucatán, ha quedado en el banquillo de la historia tras difundir sin consentimiento un video íntimo de su expareja, una estudiante de origen maya.
Este material, que circuló en múltiples instancias, desde WhatsApp hasta una página de Facebook, vulneró la privacidad de la víctima y evidenció la cruda realidad de cómo el abuso digital se entrelaza con factores sociales profundos.
El juez de juicio oral, al reconocer la complejidad de la identidad de la víctima —cuyos matices culturales, de género, clase social y otros elementos se vieron violentamente afectados— ha sentado un precedente que fortalece la protección de los derechos de las mujeres y de grupos en situación de vulnerabilidad.
La sentencia que se dictará en las próximas horas en el municipio de José María Morelos no solo es la primera condenatoria por violencia digital en el estado, sino también una consolidación de la ‘Ley Olimpia’, marco legislativo que se ha convertido en una herramienta crucial para combatir este flagelo.
Con la posibilidad de imponer hasta 12 años de prisión, el caso se consolida como ejemplo de que la justicia, aun en el ámbito digital, tiene la capacidad de resguardar la intimidad y dignidad de las personas, reafirmando el compromiso estatal en la defensa de las víctimas.
Desde una perspectiva política, este fallo no es solamente una victoria judicial; es un avance social que desafía estructuras históricas de impunidad y desigualdad. La condena es, en esencia, un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad de todos en el entorno digital.
Las plataformas y usuarios deben asumir un papel activo en la protección de la privacidad, mientras las autoridades continúan fortaleciendo mecanismos legales que respondan a la evolución de las nuevas formas de violencia.
El esfuerzo del Fiscal López Salazar resuena como un grito en favor de la justicia y de la equidad. En un país donde los índices de violencia contra la mujer han sido históricamente elevados, cada paso hacia la erradicación de estos abusos es vital para construir una sociedad más justa.
La sentencia no solo sanciona al agresor, sino que también empodera a las víctimas y envía un mensaje inequívoco: el respeto a la intimidad es un derecho inviolable, y su violación tendrá consecuencias severas.
La firmeza demostrada por la Fiscalía General del Estado y el compromiso del juez de juicio oral marcan un camino de esperanza para las mujeres y para todos aquellos que anhelan una justicia que, más allá de los tecnicismos legales, responda a la exigencia moral de proteger lo más íntimo y sagrado de cada individuo.
La lucha continúa, pero hoy, Quintana Roo celebra un avance que trasciende lo jurídico y se inscribe en la memoria colectiva como un paso decisivo hacia la erradicación de la violencia digital en México.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
Mi correo: quirozjoaquin@yahoo.com.mx. Sígueme en X @joaquinquirozc y Facebook porlalibrecolumna #Xlalibre #yotambiensoymalix #soyquintanaroo
