*Una figura que destaca con claridad es la del senador Eugenio “Gino” Segura, uno de los cuadros más identificados con Mara Lezama y su proyecto político
Por Joaquín Quiroz Cervantes
Bienvenidos a un 2025 que arranca con especulaciones, movimientos torpes y ansiedades fuera de tiempo. Con apenas unos días transcurridos, la política en Quintana Roo ya muestra síntomas de un juego de ajedrez que, aunque todavía en sus primeras jugadas, comienza a vislumbrar sus piezas clave y a sus figuras más impacientes.
Hoy, quienes buscan proyectarse como el relevo de la gobernadora Mara Lezama parecen olvidar que todavía faltan 880 días para las elecciones del 6 de junio de 2027. No solo eso, Mara asumió el poder hace apenas 833 días, es decir, ni siquiera hemos alcanzado la mitad de su periodo gubernamental. Este apresuramiento, que raya en lo absurdo, delata ambiciones desmedidas y la falta de comprensión de los tiempos políticos.
En este escenario, una figura que destaca con claridad es la del senador Eugenio “Gino” Segura, uno de los cuadros más identificados con Mara Lezama y su proyecto político. Su cercanía con la gobernadora, sus resultados legislativos, la preparación académica y su capacidad de liderazgo, lo posicionan como un natural heredero del marismo. No es de extrañar que su crecimiento político incomode a quienes, careciendo de números, carisma o cercanía con el centro de poder, se dedican a sembrar dudas y rumores.
Estos detractores, incapaces de competir en el terreno de los resultados, han optado por buscar fantasmas donde no los hay, recurriendo a estrategias mediáticas que no logran ocultar su desesperación.
El regreso a Quintana Roo de Rafael Marín Mollinedo, representante de México ante la OMC, no pasó desapercibido. Como figura clave en los inicios de Morena, su presencia generó especulaciones, especialmente entre quienes ven en todo movimiento una amenaza al liderazgo de Mara Lezama.
Sin embargo, Marín fue categórico: su visita fue estrictamente personal, para convivir con amigos y reforzar lazos con figuras afines a Morena como Jorge Sanén, líder del Congreso y referente del marismo. Este encuentro, caracterizado por la cortesía y el respeto, no fue más que un gesto de camaradería, aunque para algunos detractores haya representado la oportunidad perfecta para inventar teorías de desestabilización política.
Los intentos de ciertos sectores por vincular esta visita a una supuesta rivalidad interna no hacen más que evidenciar su desconexión con la realidad. Esos mismos que, en 2022, apostaron todo por un escenario distinto al que se concretó, ahora buscan recuperar protagonismo creando conflictos donde no existen.
El eco del pasado sigue resonando en las maniobras de personajes como Adán Augusto López, cuya frustración por no alcanzar la presidencia es evidente. Desde el Senado, López intenta desquitarse con quienes no apoyaron su proyecto, siendo la gobernadora Mara Lezama uno de sus blancos principales.
Su aliado, Carlos Joaquín González, exgobernador de Quintana Roo y actual embajador en Canadá, no ha quedado al margen.
A medida que se destapan las marañas de corrupción de su administración, Carlos Joaquín ha buscado refugio en su padrino político. Juntos, han activado a sus testaferros mediáticos para golpear a figuras clave del marismo, como Gino Segura, y fortalecer narrativas de oposición que carecen de sustancia. Estos ataques, aunque constantes, solo refuerzan la solidez del liderazgo de Mara y la unidad de su equipo.
Coincidentemente, Adán Augusto López ha activado a sus aliados mediáticos, quienes, con descaro y falta de creatividad, han lanzado ataques coordinados contra los enemigos de su protegido, Carlos Joaquín. De manera predecible, estos medios afines han iniciado una campaña en contra de Gino Segura, buscando desacreditarlo mientras intentan posicionar a Rafael Marín como una supuesta figura alternativa.
En este esquema, un medio tabasqueño ha arremetido de forma insulsa contra la gobernadora Mara Lezama, evidenciando el carácter servil y calculado de estos ataques. Es una estrategia tan predecible como ineficaz, reflejo de la frustración de una alianza de perdedores: Adán Augusto, quien soñaba con ser presidente, y Carlos Joaquín, apodado “Chespirito”, quien aspiraba a convertirse en senador. A ninguno les salió la jugada, y este rencor mal disimulado no es más que un eco de sus sueños rotos.
A lejanos 880 días de las elecciones de 2027, el panorama político de Quintana Roo está en una etapa de definiciones tempranas, donde la solidez del marismo y la figura de Mara Lezama siguen marcando la pauta. No es tiempo de distracciones, sino de consolidar avances y trabajar en beneficio del estado.
Los Heraldos de Xlalibre lo dicen bien: la política no se construye con rumores ni ambiciones vacías, sino con resultados y liderazgo. Que este 2025 sea un año donde las acciones hablen más fuerte que las palabras, y donde los verdaderos protagonistas sigan siendo quienes trabajan, día con día, por el bien de Quintana Roo.
Curva peligrosa….
La llegada de Mi Gas Natural a la zona norte de Quintana Roo, incluyendo Cancún, Playa del Carmen y Puerto Morelos, marca un paso significativo hacia un futuro más sostenible en 2025.
Este proyecto, centrado en la promoción de energías renovables y soluciones naturales, tiene como objetivo transformar la dinámica energética de la región, favoreciendo un modelo más limpio y eficiente.
La implementación de estas alternativas no solo beneficiará al medio ambiente, sino que también fortalecerá la calidad de vida de las comunidades locales al reducir la dependencia de fuentes energéticas tradicionales y al fomentar un ecosistema más saludable.
En un destino tan vibrante y de gran impacto turístico como Quintana Roo, esta iniciativa resalta la importancia de un desarrollo económico alineado con la protección del entorno natural, proyectando a la región como un referente en sostenibilidad y bienestar.