* El priismo en Quintana Roo ha sido sepultado definitivamente, y los clavos del ataúd del tricolor están más que listos
* El caso de Roberto Palazuelos fue un claro ejemplo de debut, fracaso y despedida en la política
* Jorge Portilla, un nombre recurrente en la política quintanarroense, fracasó una vez más
Por Joaquín Quiroz Cervantes
En el escenario político de Quintana Roo, donde antaño dominaban grupos de Cozumel y Chetumal, se observa hoy un cambio radical. Los ex gobernadores que alguna vez ostentaron poder y sus descendientes, quienes aspiraban a continuar con sus legados, han quedado relegados a ser parte la historia. La influencia de estos clanes políticos se ha desvanecido, y lo que alguna vez fue una lucha de titanes políticos es ahora una quimera y, en algunos casos, un mal recuerdo.
Hoy, Quintana Roo escribe nuevas páginas con la “M” de Mara Lezama, consolidando su hegemonía política sin sombras ni rivales. Lejos de ser un simple cambio de nombres, se trata de una transformación profunda donde el Marismo se impone como la corriente dominante, fusionando la política con el movimiento Morena, y apuntalando un futuro prometedor con la V del Verde Ecologista, apostando por seguir cosechando victorias y lo venidero.
Mara Lezama se unge como la figura central de este nuevo orden, liderando un sólido equipo político que va más allá de las etiquetas partidistas. Su relevancia política radica en la creación y consolidación de un semillero de líderes emergentes, quienes más que pertenecer a un partido, son identificados como gente de Mara. Esta distinción les otorga una importancia única en el panorama político actual.
Dentro de este semillero destacan figuras como Eugenio “Gino” Segura, Ana Patricia Peralta de la Peña, Anahí González, Erik Arcila, Diego Castañón, Francisco Carrillo y Renán Sánchez Tajonar. Estos cuadros políticos, formados bajo la tutela de Mara Lezama, representan la nueva clase política que ha arrasado en los comicios recientes, dejando a los demás contendientes como meros acompañantes en este proceso.
El Marismo, con su inclusión de los mejores y más aptos, se ha consolidado como el eje central de la vida política de Quintana Roo. Es más que un movimiento, es una perspectiva de futuro, un semillero de políticos que promete moldear el porvenir de la entidad. Mientras los viejos clanes se desmoronan, el Marismo surge vigoroso, configurando una nueva era en la política quintanarroense.
Así, mientras las figuras del pasado se diluyen en la memoria, el presente y el futuro de Quintana Roo se escriben con la tinta indeleble del Marismo, una corriente que no solo gobierna, sino que moldea la política desde sus cimientos, asegurando que la “M” de Mara sea la que defina esta nueva etapa histórica.
El sepulcro del priismo en Quintana Roo: la derrota política
El priismo en Quintana Roo ha sido sepultado definitivamente, y los clavos del ataúd del tricolor están más que listos. En las recientes elecciones, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no ganó más que algunas irrisorias regidurías, confirmando su estrepitosa caída. Lo que alguna vez fue un bastión del poder político en la entidad, hoy no es más que una sombra de su antiguo esplendor.
Roberto Palazuelos: un fenómeno efímero
El caso de Roberto Palazuelos, quien muchos calificaban como un fenómeno mediático y político, fue un claro ejemplo de debut, fracaso y despedida en la política. Su incursión en la arena electoral resultó ser un espectáculo fugaz, sin sustancia ni respaldo significativo. Palazuelos, conocido por su carisma y presencia en los medios, no pudo trasladar ese éxito al terreno político, demostrando que la popularidad no siempre se traduce en votos.
Jorge Portilla: un fracaso anunciado
Por otro lado, Jorge Portilla, un nombre recurrente en la política quintanarroense, fracasó una vez más. Desde el principio, era evidente que su campaña no tenía el impulso necesario para triunfar. Su reiterada presencia en las boletas electorales sin resultados positivos ha desgastado su imagen, confirmando que su tiempo en la política está llegando a su fin.
Los Joaquín: Un Legado Sepultado
Los Joaquín, una dinastía política en Quintana Roo, también han visto su declive. La reciente derrota electoral sepulta cualquier aspiración futura que pudieran tener. Su influencia y poder, otrora indiscutibles, ahora son parte del pasado, reflejando un cambio generacional y político en la entidad.
PRD: al borde de la desaparición
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) tampoco ha salido bien librado. Al borde de la desaparición, el PRD ha perdido relevancia y apoyo entre los electores. Su desempeño en las urnas ha sido decepcionante, y su futuro es incierto. La falta de liderazgo y una estrategia clara han sido factores clave en su declive, situándolo al filo del abismo político.
Un nuevo panorama político
El panorama político en Quintana Roo está experimentando un cambio radical. Los partidos tradicionales como el PRI y el PRD están en decadencia, mientras que nuevas fuerzas y alianzas están tomando protagonismo. El ocaso de figuras como Roberto Palazuelos, Jorge Portilla y los Joaquín, junto con la casi desaparición del PRD, marcan el fin de una era y el comienzo de una nueva dinámica política en la región.
Es crucial observar cómo estos cambios influirán en las próximas elecciones y en la configuración del poder en Quintana Roo. Lo que es seguro es que la política local ya no será la misma, y los partidos y figuras que no se adapten a esta nueva realidad están destinados a quedar en el olvido.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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