Por Joaquín Quiroz Cervantes.
En idioma deportivo se entiende que cuando se mete a la cancha a jugar a la banca eterna, es o porque la desesperación está al tope, porque los que están jugando no dan una y van perdiendo todos los partidos. O bien para ver si metiendo a algún banqueado se motivan los pésimos titulares, algo así está pasando en el equipo de la todavía candidata a gobernadora por el PAN-PRD-PC Laura Fernández Piña, quien va perdiendo todas las jornadas.
Y ante tal desesperación de tener incluso que aplicar el Photoshop en sus eventos para que se vea harta gente, cuando no es así, tan mal anda Laura que ya recurrió a los que llevan años en la banca como Filiberto Martínez para presentarlo como uno más de los gurús o genios que la tienen perdiendo, un día si y al otro también.
Ya el ambiente entre sus asesores estrella es muy pesado, el ánimo por lo suelos sabiendo que van en picada, así de complicado está el escenario para la “Yegua” de Marko Cortés Mendoza quien ya está metiendo todo lo banqueado y congelado existente en Quintana Roo y Filiberto es muestra perfecta de ello.
Martínez Méndez tuvo sus años de gloria cuando se vendía como gurú con su mentor Miguel Ramón Martín Azueta, y luego de ser dos veces diputado local, una vez edil de Solidaridad, se quiso vender como el gurú y máximo operador, el Napoleón de la Zona Maya, sin embargo, puro bluf y equipo al que se suma o pierde, o se congela.
Todavía en el 2016 jugándole al caballo de Troya desde el PRI, se vendió en ese entonces con los que estaban enfrente, y simuló ser candidato a edil del tricolor para plancharle el camino a sus “contrincantes” que eran sus verdaderos intereses y jefes, en ese entonces la coalición PAN-PRD, aunque él jugaba de “priísta”.
Posteriormente se convierte en un gris regidor de Solidaridad, y sin pena ni gloria ha transitado en el sexenio, en afán de distraerlo lo mandaron a “operar” la llegada de Candelaria Ayuso y José Alberto Alonso Ovando al PRI, y vean nomás la chulada que resultaron esos dos infractores electorales, eso fue lo último que hiciera “Fili”.
En sus sueños guajiros él pensaba era el político que Quintana Roo esperaba, y por ello empezó a jugarle al gurú mediático, y con algunos más despistados y distraídos que él, le dio por jugarle al comunicólogo inventándose “cumbres internacionales” que solo entre él y un socio en Nuevo León se hicieron, y de ahí se le ocurrió hacerse un “influencer” con cápsulas de tesoros de Quintana Roo, una ruta de la garnacha sin pies ni cabeza que como cada proyecto de Martínez Méndez fracasó y pasó sin pena ni gloria.
Hoy que no tuvo cabida en ningún partido, y que incluso antes de las definiciones de candidaturas presumía sus fotos con su “amigo” Alejandro Moreno Cárdenas, y se sentía como la carta del PRI a la gubernatura.
Nuevamente fracasó y bueno ni siquiera tuvo la capacidad de impugnar que Candelaria Ayuso se haya robado la plurinominal 1 del PRI cuando le tocaba en esta ocasión a un varón, ni eso pudo hacer.
Así que ya se refugió después de estar banqueado en quien lo compra en su colecta de cascajo político y en ese tenor encaja a la perfección con el equipo de Laura Fernández, quien pareciera estar fascinada por colectar perdedores rumbo a su proyecto, y se suma uno mas el gurú Fili, a quien la conocida frase de Simón Bolívar le queda a la perfección que reza; El traidor no es confiable en ninguno de los bandos, la lealtad es admirada hasta por el enemigo.