* Para ser candidato de MC parece que hay que tener elecciones perdidas o ser muy mala carta
Por Joaquín Quiroz Cervantes
En estos tiempos de volver a lo orgánico y natural, algunos dicen que las naranjas echadas a perder sirven para hacer limpieza: se procesan y su aceite se utiliza para trapear y aromatizar. Pero hay algunas naranjas que ni para eso sirven, y eso lo podemos ver en el gran fracaso electoral de 2024 del partido Movimiento Ciudadano, conocido también como el partido naranja.
Este partido, creación de uno de los principales parásitos en los menesteres de succionar la ubre del erario, Dante Delgado Ranieri, le redituó, en su momento, en dividendos políticos en Jalisco y en Nuevo León. Con estas dos entidades, algunos creyeron que sería la nueva máquina de votos para todo el país.
En Nuevo León, con dos influencers como Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez, “la Chavacana”, intentaron presentarse como la pareja maravilla que México necesitaba. Mediante moditas como usar zapatos tenis color naranja y decir que eran fosforescentes, ya tenían su plataforma.
Pero en una ambición sin cálculo propio de la edad, inexperiencia y tener algo que ocultar, Samuel quiso ser presidente de México. Sin embargo, su gobierno carecía de estabilidad moral y financiera para ser auditado, por lo que claudicó y dejó la candidatura para el tal Máynez, quien solo trascendió por un jingle musical de campaña pegajoso y un incidente trágico en un cierre de campaña que causó la muerte de más de una decena de personas.
Mientras tanto, la Chavacana buscó ser presidenta municipal de Monterrey, aun siendo vecina del aristócrata municipio de San Pedro Nuevo León, y ni con selfies, en vivos y demás, perdió la elección donde maquillándose dijo que no pasaba nada.
En medio de estos influencers, hubo sus malas copias en Quintana Roo. Para ser candidato de MC parece que hay que tener elecciones perdidas o ser muy mala carta.
Este partido ha sido el paraíso para José Luis Pech, Jesús Pool Moo y Lidia Rojas. De entrada, el mediocre histrión Roberto Palazuelos, encaprichado con ser político, encontró refugio en el movimiento naranja, asegurando que sería arrasador. Pensó que con selfies y discursos huecos, y haciendo campaña dos horas a la semana, sería suficiente, y quedó en último lugar.
Otro caso fue Jorge Portilla, otro perdedor, quien aseguraba a algunos incautos que ahora sí iba con todo, que no iba a claudicar, que la gente lo amaba y arrasaría en los comicios.
Pero su caída fue tan amplia como su aspiración. El regidor electo fue vapuleado en las casillas y el movimiento naranja, visto está, de nada sirvió. Del eterno regidor Jesús Pool y la dos veces perdedora Lidia Rojas, ni qué decir.
En el plano de dirigencia, este partido está secuestrado por otro perdedor, José Luis Pech Varguez, quien perdió dos veces la gubernatura, la más reciente por Movimiento Ciudadano. Llegó solo para incrustarse él y su familia, ya que en planillas para ayuntamientos su hijo llevó mano.
Dicen Heraldos de XLaLibre que estaba demandado por violencia política de género, y el quid pro quo para que se le quitara esta querella por parte de Lidia Rojas fue entregarle la candidatura a edil de Othón P. Blanco, y así fue.
Pech Varguez ahora será diputado local plurinominal, el único de su partido. Es de mucho llamar la atención ese divisionismo en el partido naranja, ya que por un lado hace sus conferencias de prensa Lidia y por otro Pech, sin concordancias ni convergencia, cada cual llevando agua a su molino.
De pena ajena ver el divisionismo, como de lástima ajena fue observar que hasta Dante Delgado dejó sola a Lidia Rojas al saber que era causa perdida su recuento de votos. El dirigente nacional del partido naranja despreció a los chetumaleños, y ni siquiera acudió a hacerle a la faramalla; en cambio, envió a otra de sus representantes, Ivonne Ortega, quien fue a la foto y a sentarse a la mesa del IEQROO no más de media hora a “defender el voto”.
Así, este partido de vivales y oportunistas dio cobijo a vivales, siendo dirigidos por uno de los mayores vividores del erario. Su cosecha de votos fue de ínfima notoriedad y su representación pésima en las candidaturas, donde no obtuvieron triunfo alguno en las urnas.
Ni una posición ganaron, solo de rebote su diputación plurinominal y sus regidurías para sus perdedores candidatos que no les alcanzó para ser presidentes municipales.
Reviviendo zombies que solo pena causaron como Layla Flores, quien hizo una campaña para diputada federal quedando, como a ellos les gusta y ella sabe, en último lugar. Así, la naranja podrida que ni para abono servirá, vegetó en los comicios en Quintana Roo.
Curva peligrosa…
La llegada del gas natural a Playa del Carmen y Cancún traerá enormes ventajas para la economía local. En primer lugar, se reducirá el costo de la energía para hogares y negocios, permitiendo un ahorro significativo en las facturas de electricidad y combustibles. Además, la disponibilidad de gas natural atraerá a nuevas industrias y empresas que buscan fuentes de energía más económicas y sostenibles, lo que generará nuevos empleos y estimulará la inversión en la región.
Por otro lado, el gas natural es una opción más limpia y eficiente, en comparación con otros combustibles fósiles, lo que contribuirá a mejorar la calidad del aire y a cumplir con los objetivos ambientales de la región. Esto también posicionará a Playa del Carmen y Cancún como destinos turísticos más sostenibles y responsables, atrayendo a un turismo consciente y de alto valor. En conjunto, estas ventajas impulsarán el desarrollo económico y social de la región, creando un entorno más próspero y saludable para todos sus habitantes.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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