* El legado de Mara Lezama como creadora de una nueva clase política sigue dando frutos, y en figuras como Gino Segura se refleja el impacto de su liderazgo
*Descansa en paz, Mario Liu León+, caballero de la lente
Por Joaquín Quiroz Cervantes
En entregas pasadas hablábamos de la importancia que ha tenido la gobernadora Mara Lezama como formadora de una nueva clase política y como creadora del Marismo.
Un movimiento que no solo ha redefinido el escenario político quintanarroense, sino que ha dado origen a una generación de líderes comprometidos con la transformación del estado.
En este semillero de talentos, la lealtad y el trabajo irrestricto hacia la causa de Mara Lezama han sido clave para el avance de muchas figuras que hoy protagonizan la vida pública.
Uno de los ejemplos más emblemáticos de esta nueva ola es Eugenio Segura Vázquez, mejor conocido como Gino.
Economista de formación y con una trayectoria en el servicio público que comenzó en el Poder Legislativo en el área administrativa, Gino recibe su primera gran oportunidad política de manos de la entonces presidenta municipal de Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa.
Su nombramiento como oficial mayor del municipio marcó el inicio de una relación de confianza y trabajo conjunto, donde Segura demostró su capacidad, lealtad, probidad y talento.
Cuando Mara Lezama emprendió su camino hacia la gubernatura, Gino Segura se convirtió en un pilar fundamental de su campaña. Acompañándola por todo el estado, adoptó su visión de servicio y los principios de la cuarta transformación: poner al pueblo en el centro de las políticas públicas, alejarse de la vieja política de las poses y trabajar con una actitud positiva en favor de la comunidad.
Su sólida formación académica en la prestigiosa escuela Culver, y sus valores familiares, lo dotaron de disciplina y humanismo, cualidades que hicieron de él un engranaje clave dentro del equipo de Mara Lezama.
Con menos de 30 años en 2022, Gino asumió la titularidad de la Secretaría de Finanzas y Planeación, enfrentando una de las pruebas más difíciles: administrar y sanear las finanzas de un estado endeudado y mal gestionado por administraciones anteriores.
Gracias a su talento y creatividad, Gino implementó mecanismos para hacer eficiente el gasto público, refinanciar la deuda y garantizar el avance del estado sin comprometer su futuro financiero.
Su desempeño le valió la confianza de la gobernadora, quien apostó por su crecimiento dentro de la política, consolidándolo como un activo clave del marismo y de Morena en Quintana Roo.
Este respaldo y su popularidad lo llevaron a contender por un escaño en el Senado de la República, obteniendo una votación histórica que lo convirtió en un candidato ancla en la elección presidencial de Claudia Sheinbaum.
La fórmula encabezada por Gino Segura resultó ser la más votada del país, consolidando su posición como uno de los líderes emergentes del marismo.
Desde su posición en la Cámara Alta, Gino ha seguido cosechando logros, destacando su reciente nombramiento como presidente de la Comisión de Turismo, un área estratégica para Quintana Roo.
Su labor incansable, tanto en el Senado como en su estado natal, confirma que sigue siendo un activo valioso para el movimiento de Mara Lezama y para el morenismo en general.
El marismo no es solo un grupo político, sino una filosofía de gobierno que apuesta por la cercanía con la gente, la transparencia y la transformación de Quintana Roo.
Gino Segura es la prueba de que este movimiento sigue formando líderes con visión de futuro, listos para enfrentar los retos del estado y del país con honestidad y compromiso.
El legado de Mara Lezama como creadora de una nueva clase política sigue dando frutos, y en figuras como Gino Segura se refleja el impacto de su liderazgo.
El marismo avanza con paso firme, demostrando que la política puede ser una herramienta de cambio verdadero cuando se ejerce con principios y vocación de servicio.
Curva peligrosa…
Adiós, caballero de la lente
La vida nos sorprende de formas inexplicables y, en ocasiones, nos arrebata a seres valiosos sin previo aviso. Hoy, con profunda tristeza, nos toca despedir a un gran hombre, un fotoperiodista de oficio y corazón, Mario Liu León. Su cámara fue testigo de innumerables historias, pero hoy la suya ha llegado a su desenlace de manera trágica e inesperada.
Mario no era solo un profesional detrás del lente, era un caballero en toda la extensión de la palabra. Amable, educado y siempre con una sonrisa lista para iluminar el momento, supo ganarse el respeto y el cariño de quienes tuvimos la fortuna de conocerlo. No era un simple espectador de la vida, sino un sembrador de afectos, un constructor de lazos que hoy, con su partida, deja un vacío imposible de llenar.
La noticia de su fallecimiento nos golpea con dureza. La familia del gremio periodístico y quienes compartimos con él en esta apasionante, pero a veces ingrata profesión, sentimos su ausencia como un dolor compartido. Pero más allá del luto, nos queda su legado, su ejemplo de entrega y el recuerdo de un compañero que siempre estuvo dispuesto a tender una mano.
A sus seres queridos, nuestro más sentido pésame. No hay palabras suficientes para mitigar el dolor, pero sí la certeza de que Mario seguirá vivo en la memoria de todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo.
Descansa en paz, Mario Liu León. Tu lente puede haberse apagado, pero tu luz perdurará en el recuerdo de quienes te admiramos y te conocimos.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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