*El Grito de Independencia fue una fiesta para la gobernadora, pero también un desfile de personajes, algunos de los cuales deberían reconsiderar su papel…
Por Joaquín Quiroz Cervantes
En tiempos recientes, Quintana Roo ha sido testigo de una transformación notable en la forma de gobernar, y gran parte de ese cambio tiene un nombre: Mara Lezama. La gobernadora ha demostrado que no sólo es capaz de liderar con eficacia, sino que también imprime una calidez y cercanía con la gente que pocas veces se ha visto en la historia de nuestro joven estado.
El estilo de Mara no es el del gobernante distante y soberbio que se esconde tras las paredes de un palacio, sino el de una líder que baja al pueblo, que escucha, que actúa con el corazón en la mano. Porque sí, hemos tenido “joyas” de gobernantes, aquellos que se ufanaban de ofrecer “las chelas” en un estadio como símbolo de su cercanía con la gente, como si eso fuera suficiente. Pero hoy, Mara Lezama ha roto con esa tradición superficial y, en su lugar, ha entregado una nueva forma de gobernar: con empatía, con pueblo, con corazón.
Y un claro ejemplo de ello lo vimos en la reciente celebración del Grito de Independencia, donde la gobernadora dejó una marca única, que quedará en la memoria de los quintanarroenses. Atrás quedaron los fuegos artificiales que causaban daño a personas con espectro autista y aterrorizaban a las mascotas. Hoy, con la visión innovadora y consciente de Mara Lezama, se utilizaron drones para iluminar el cielo con un espectáculo de luces acompañadas del emotivo Huapango de Moncayo. Tecnología al servicio del pueblo, con un sentido de responsabilidad social que pocos habían tenido antes.
Pero lo que realmente destacó fue cómo, a ras de piso, Mara Lezama convivió con su gente. Ya no más gobernantes encerrados en balcones, sonriendo de manera fingida y retirándose a lujosas cenas tras un espectáculo vacío. Mara estuvo allí, entre la multitud, cenando, tomándose fotos y, sobre todo, conectando con quienes gobierna. Ese es su sello: cercanía. Un gobierno que “le mete pueblo y corazón”, que se siente, que se vive.
Su actitud discreta y amable, siempre interactuando de forma sincera con las personas, fue un reflejo de su compromiso con la ciudadanía. En Chetumal, la capital de Quintana Roo, no faltó el reconocimiento que durante años fue negado por anteriores administraciones. “¡Viva Chetumal!”, se leía en los textos de los drones, un grito que resonó en los corazones de los chetumaleños, quienes finalmente sienten que su ciudad recibe la atención y el respeto que merece.
La noche del 15 de septiembre fue memorable. La sencillez de Mara Lezama, su capacidad de ofrecer un espectáculo familiar y alegre hizo historia. Se respiraba camaradería, se sentía el orgullo de ser parte de una comunidad que, bajo su liderazgo, sigue avanzando. Así es como se gobierna, con grandeza y humildad, con el pueblo en el corazón.
Mara Lezama, sin duda, está marcando un antes y un después en la política de Quintana Roo. Y lo mejor de todo es que lo está haciendo desde la cercanía, desde el compromiso real con quienes le dieron su confianza. Porque, al final del día, lo que realmente importa es tener un gobierno que no sólo escuche, sino que actúe, que conecte y que esté presente en cada rincón del estado.
El desfile político en el Grito de Independencia
Como lo señalábamos este 15 de septiembre en Chetumal, la gobernadora Mara Lezama encabezó una de las celebraciones más esperadas del año, y como buen evento político, no faltaron los personajes que decidieron hacer su aparición… o desaparición, dependiendo de cómo lo veamos. Fue una velada interesante, en la que pudimos observar a ciertos actores políticos moviéndose en su hábitat natural: la foto, el pueblo y el poder.
Primero, observamos al siempre sonriente diputado Jorge Sanén Cervantes, titular del Poder Legislativo, quien, acompañado de su familia, se paseó entre la multitud cual pez en el agua. Todo bien con Sanén, un tipo amigable que sabe cómo manejar el evento social con elegancia, aunque no podemos decir lo mismo de algunos otros.
Hablemos de Renán Sánchez Tajonar, quien esta vez decidió alejarse estratégicamente de sus achichincles. ¡Bravo! El líder del Verde se veía más ligero, menos obstaculizado, aunque sabemos que su equipo muchas veces es más un estorbo que una ayuda. Quizás se dio cuenta de que, a veces, es mejor volar solo que mal acompañado. Un buen movimiento, Renán.
Por otro lado, el magistrado presidente del Poder Judicial, Heyden Cebada Rivas, estaba ahí, como siempre, cumpliendo con la formalidad que su cargo le exige, pero sin robarse demasiado el show. Aunque, claro, en ese escenario político es difícil competir cuando tienes figuras como Gino Segura, el senador marista que sabe cómo ser discreto sin dejar de sumar puntos. Gino, siempre en su papel de fiel escudero de la gobernadora, entiende a la perfección el juego de las formas y fondos. No necesita hacer demasiado ruido, ya sabe que, tarde o temprano, lo que viene es lo suyo.
Ahora, lo realmente interesante fue la aparición de la senadora Anahí González. ¿Anahí? ¡Sí, Anahí! Aquella que, desde la campaña, no se había dejado ver ni por error en la capital del estado. Sorprendió a más de uno verla reaparecer cual maga de fiesta infantil, porque, seamos sinceros, en Chetumal ni sus luces desde hace tiempo. Como si alguien hubiera activado un hechizo, la senadora se paseó por la noche del Grito, saludando a diestra y siniestra, cual artista en su meet & greet.
Ahora bien, lo que más llamó la atención fue su entusiasmo por aparecer en las fotos al lado de la gobernadora. Porque, claro, cuando no te toman una foto desde hace tanto tiempo, hay que aprovechar la oportunidad. Sin embargo, a más de uno le quedó un sabor amargo en la boca, ya que Anahí no es precisamente conocida por su cercanía con la gente. Pero ahora, de repente, ¡ahí la tienes! Sonriendo, saludando, protagonizando… ¿Será que su escaño en el Senado le está mareando o, peor aún, el smog de la CDMX le está afectando el juicio?
El cambio de personalidad de la senadora no pasó desapercibido, y muchos de los presentes se preguntaban: ¿qué le pasó a aquella morenista sencilla y accesible? Parece que el poder le ha sentado demasiado bien, al punto de transformarla en alguien “inalcanzable”. Vamos, Anahí, que todavía queda tiempo de que no te pierdas del todo entre las nubes de humo político.
El Grito de Independencia fue una fiesta para la gobernadora, pero también un desfile de personajes, algunos de los cuales deberían reconsiderar su papel en este teatro político antes de que el público decida que ya es hora de cambiar de elenco.
Curva peligrosa…
El avance de Mi Gas Natural no sólo representa una mejora en la infraestructura energética de Quintana Roo, sino también una apuesta por el bienestar de las familias y el desarrollo económico de la región. Con el respaldo de cada vez más voces a favor, se destaca cómo este proyecto reducirá el costo de energía para miles de hogares y negocios, impulsando además un modelo más limpio y eficiente. Las dudas que aún persisten provienen principalmente de la falta de información, pero conforme más personas conocen los detalles y beneficios, el apoyo sigue creciendo, confirmando que esta iniciativa será clave para el futuro del estado.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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