*El Decálogo de Morena firmado por Ana Paty Peralta en Cancún
*Toma SEMA y su titular cartas en asunto de delfinarios
Por Joaquín Quiroz Cervantes
En tiempos donde el poder suele ser sinónimo de imposición, Mara Lezama demuestra que en Quintana Roo se gobierna con apertura, sensibilidad y la voz del pueblo al frente. La mandataria estatal, en cada una de sus decisiones, deja en claro que su administración no es de imposiciones, sino de consensos, algo que la distingue y que ha sido clave en su forma de hacer política.
El reciente debate en torno a la libre manifestación y los ajustes en la reforma que pretendían endurecer sanciones demuestra la capacidad de reacción y escucha de la gobernadora. Si bien los términos legales ya estaban estipulados, la desinformación y la interpretación errónea por parte de algunos sectores quisieron vender la idea de una medida represiva, algo que Mara Lezama no solo desmintió, sino que frenó tajantemente.
Lejos de encender más el fuego del debate, ordenó ajustes a la reforma para que no haya margen de dudas sobre el respeto a la libre manifestación en Quintana Roo. Lo dejó muy claro: “Este es un gobierno del pueblo y para el pueblo, y, bajo ninguna circunstancia, se vulnerarán los derechos ciudadanos. Y es que si algo ha caracterizado a la primera gobernadora de la entidad es su altísima receptividad ante las inquietudes de la sociedad.
No es sorpresa que su administración, basada en un modelo de gobierno humanista y cercano a la gente, actúe con esta rapidez y claridad. Mara Lezama no impone, escucha. No cierra las puertas, dialoga. No gobierna desde un escritorio, está en la calle, en el contacto directo con la ciudadanía.
Sin embargo, como en todo ejercicio de gobierno, no faltan las voces agoreras, aquellas que buscan sembrar confusión y caos donde no los hay. Voces que, en lugar de reconocer el gesto de sensibilidad y corrección, prefieren manipular la narrativa para intentar crear escenarios de confrontación. Pero la gobernadora, fiel a su estilo, no cae en provocaciones ni en juegos políticos: su respuesta es la acción y la solución inmediata.
El mensaje es claro: en Quintana Roo se gobierna con respeto a las libertades, con transparencia y con la firmeza de que las decisiones no se toman a espaldas de la gente, sino con ella.
Mientras algunos intentan pescar en río revuelto, Mara Lezama sigue enfocada en transformar la realidad de Quintana Roo, en cumplir compromisos, en fortalecer el bienestar social y en consolidar una administración donde la gente no solo es escuchada, sino que es el eje central de las políticas públicas.
Para quienes intentan confundir y desviar la atención, la respuesta de la gobernadora ha sido categórica: “Las puertas del diálogo están abiertas, el respeto a la libre expresión es incuestionable y la transformación de Quintana Roo sigue su curso, sin distracciones y con rumbo firme”.
Porque aquí, la política no es de imposición, sino de construcción colectiva. Y esa es, sin duda, la gran diferencia de un gobierno que llegó para cambiar las cosas, escuchando siempre al pueblo.
El Decálogo de Morena firmado por Ana Paty Peralta en Cancún
El pasado fin de semana, el domo deportivo Jacinto Canek de Cancún se convirtió en el epicentro del respaldo a la cuarta transformación, cuando la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Paty Peralta firmó, junto con su equipo de trabajo y el cabildo, el Decálogo de Morena.
Este acto no fue solo un evento protocolario, sino una declaración de intenciones que busca reforzar la estructura política y social del movimiento guinda en el municipio.
Con una trayectoria dentro de Morena desde 2018, Peralta reafirmó su compromiso con los principios de austeridad, justicia social y transparencia. En su discurso, recordó su participación en la primera bancada mayoritaria del partido en la Cámara de Diputados, un momento histórico que sentó las bases para las reformas que han marcado la dirección del país bajo el liderazgo de la Cuarta Transformación.
La firma de este Decálogo no es un acto menor. Simboliza la alineación del gobierno municipal con los principios que han definido la administración federal y estatal de Morena, encabezadas ahora por la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama. En este sentido, Peralta no solo busca consolidar su liderazgo local, sino también proyectar una imagen de disciplina y coherencia dentro del movimiento.
El Decálogo en sí mismo es una hoja de ruta para el gobierno municipal. Con puntos clave como la austeridad republicana, la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción, se busca marcar un contraste con administraciones pasadas que fueron cuestionadas por la opacidad y el dispendio de recursos.
El Decálogo de Morena es, sin duda, una declaración de principios, pero también una obligación. La alcaldesa y su equipo han adquirido un compromiso que va más allá de las palabras. Ahora, la tarea será materializar esas promesas en políticas públicas que transformen la realidad de los cancunenses, Ana Paty Peralta sin duda alguna está en el camino indicado el de la transformación y avanzando.
Toma SEMA y su titular cartas en asunto de delfinarios
Por años, Quintana Roo ha sido el epicentro del turismo sustentable en México, vendiendo al mundo la idea de un paraíso natural donde la biodiversidad es respetada y protegida. Sin embargo, casos como el reciente video donde un delfín en cautiverio se golpea en un delfinario de la Riviera Maya, nos recuerdan que no todo es idílico en este destino turístico de talla internacional.
La Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo (SEMA), encabezada por Oscar Rebora, ha actuado con prontitud, presentando una denuncia ante la Profepa, la PPA Quintana Roo y la Fiscalía General del Estado, exigiendo una investigación inmediata sobre las condiciones en las que se encuentran estos mamíferos marinos. Un movimiento acertado.
La industria de los delfinarios en la Riviera Maya ha sido un tema de debate durante años. Mientras que activistas y defensores de los derechos animales han señalado los riesgos y abusos del cautiverio, los empresarios del sector han defendido estos parques como un atractivo turístico que genera empleos y economía.
Sin embargo, el golpe del delfín no solo fue físico, sino también un golpe a la imagen del destino, que ha apostado por el turismo sustentable y el bienestar animal como banderas de promoción. La pregunta es inevitable: ¿Qué tanto se supervisa realmente a estos centros?
Porque si un video viral pudo evidenciar las condiciones de estos animales, ¿qué más está ocurriendo en las sombras de esta lucrativa industria?
Este escándalo debe ser un parteaguas. La denuncia presentada por la SEMA es un primer paso, pero se necesita más que una investigación:
Regulaciones más estrictas y revisiones constantes a estos delfinarios, un plan para la transición a modelos de turismo interactivo con fauna silvestre sin cautiverio.
Un pronunciamiento claro del sector turístico sobre su compromiso con el bienestar animal, que esto sea un importante inicio para dar soluciones profundas al tema, bien por la actitud e interés presentado por SEMA que está tomando ya cartas en el asunto.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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