*En Playa del Carmen, a menos de un mes de asumir el cargo, algunos ya miran al 2027 como una posibilidad abierta
*Quienes ya andan adelantados en sus aspiraciones para 2027 harían bien en bajar el ritmo y dejar que el tablero se mueva como debe
Por Joaquín Quiroz Cervantes
El juego político en Quintana Roo, como en todo México, es una danza de aspiraciones y estrategias. En este tablero, hay tres tipos de personajes: los que quieren y pueden, los que pueden y no quieren, y los que quieren, pero no pueden.
Y es tras los resultados del proceso electoral del 2 de junio que esta clasificación cobra más relevancia, pues hubo triunfos claros, pero también una fuerte dosis de miopía política en algunos sectores que aún no entienden la verdadera naturaleza de su éxito.
Ese día, una convergencia de factores llevó a la victoria de muchos, pero no por sus méritos individuales, sino por la maquinaria que les respaldaba. Morena, una marca electoral dominante, se vio impulsada por la operación política y financiera del Partido Verde, el aplastante efecto AMLO a nivel nacional y el liderazgo de Mara Lezama en lo local.
Todo estaba puesto en la mesa para que los ganadores tuvieran el camino allanado. Es un grave error pensar que su triunfo se debió a su carisma personal o a una espera ansiosa del electorado para ver sus nombres en la boleta.
El éxito del 2 de junio fue, en esencia, una coreografía perfectamente calculada. La oposición, incapaz de presentar candidatos sólidos, se derrumbó ante figuras impresentables y desgastadas.
El escenario estaba armado para que el triunfo llegara por inercia, no por mérito propio. Es fundamental que quienes hoy ostentan cargos en el Congreso local o federal, o en los ayuntamientos, comprendan que su victoria no es un fenómeno individual, sino el resultado de una maquinaria que les impulsó hacia la cima.
Y es aquí donde entra la reflexión sobre el futuro: nos cuentan que ya en Playa del Carmen, a menos de un mes de asumir el cargo, algunos ya miran al 2027 como una posibilidad abierta.
Sin embargo, estos números no surgieron del talento electoral; más bien, fue el efecto Morena y el aparato político detrás lo que les llevó al triunfo. Es necesario que tomen sus dosis de realidad y no caigan en la ilusión de ser fenómenos electorales.
La Cuarta Transformación, con su exigencia de victorias seguras y demostradas, pondrá a prueba a todos. Las ocho personas que se reeligieron en presidencias municipales cumplen con ese criterio, y son quienes tendrán en sus manos las posibilidades de aspirar a cargos mayores en 2027.
Los demás que lograron sus victorias gracias a circunstancias específicas, deberían empezar a aceptar que su futuro en la política es incierto.
En el Congreso de la Unión también se cuecen habas. Varios de los actuales legisladores creen tener posibilidades reales para grandes aspiraciones, pero solo uno tiene el capital político para ello. Los demás, bien harían en reconsiderar sus estrategias, pues sus triunfos fueron circunstanciales y, sin reelección a la vista, es probable que terminen recordando sus días de gloria desde la tranquilidad de su hogar.
Pero que no se equivoquen: en Quintana Roo hay una gobernadora que observa cada jugada, cada movimiento. Mara Lezama, con su visión política afilada, sabe quién puede y quién no, quién está a la altura y quién no.
Su olfato para detectar traiciones y desubicaciones es incomparable, y tiene el respaldo directo del Palacio Nacional. En última instancia, es ella quien definirá los destinos políticos de muchos en el estado, porque tiene la llave que abre las puertas del poder.
No solo en municipios y en el Congreso de la Unión hay aspirantes; también los hay en el gabinete, algunos con todo su corazón y fe puestos en 2027. Otros más, que apenas van llegando, ya suenan para cambiar escenarios posibles.
Quienes ya andan adelantados en sus aspiraciones para 2027 harían bien en bajar el ritmo y dejar que el tablero se mueva como debe. Los madruguetes en política nunca resultan bien y, en este caso, el precio de adelantarse puede ser alto: quedarse no solo con las ganas, sino también con la pena de no ser.
Este fin de semana se llevó a cabo la reunión plenaria nacional de diputados locales del Partido Verde, un encuentro que puso en primer plano a legisladores quintanarroenses, destacando la presencia de Renán Sánchez Tajonar, además de legislador, líder del partido en la entidad, y de María José Osorio Rosas, diputada local por Playa del Carmen. Este binomio representa la nueva sangre del partido del tucán en Quintana Roo, y su protagonismo es indiscutible.
Renán y María José no solo son jóvenes políticos con un futuro brillante, sino que también se han consolidado como la columna vertebral del Partido Verde en la entidad. Desde su posición en el Congreso del Estado, han sido piezas clave en la operación política que impulsó los triunfos de diversos cuadros de la Cuarta Transformación (4T) en las pasadas elecciones, consolidando una relación estratégica con el movimiento encabezado por Mara Lezama.
En la plenaria, la dupla cozumeleña-playense no pasó desapercibida. Su presencia cercana a los liderazgos nacionales del partido subraya su creciente influencia dentro del Verde Ecologista. No es casualidad que su trabajo haya sido reconocido a nivel nacional; son el engranaje que mueve al partido en la entidad y, sin lugar a dudas, representan la generación que toma decisiones en el presente y proyecta liderazgos hacia el futuro.
Su relevancia política no se queda en el Congreso. Tanto Renán Sánchez Tajonar como María José Osorio Rosas ya comienzan a perfilarse como candidatos naturales para dirigir dos de los ayuntamientos más importantes de Quintana Roo. Cozumel y Playa del Carmen, bastiones clave para la política y el desarrollo del estado, estarían en manos de esta nueva camada de líderes que, con disciplina y estrategia, han demostrado su capacidad de gestionar y operar en terrenos complicados.
Lo más relevante es su alineación con Mara Lezama, la primera gobernadora de Quintana Roo, y figura clave de la 4T en la entidad. La sintonía entre este binomio y la mandataria estatal es evidente, no solo en su discurso, sino también en su práctica política, trabajando en conjunto para cumplir los compromisos que tienen con el estado y su gente. En Renán y María José, Quintana Roo tiene dos cuadros políticos jóvenes que entienden el momento histórico que viven, y que están listos para asumir mayores responsabilidades.
Así, el Partido Verde en Quintana Roo parece estar en buenas manos. No solo son operadores hábiles en el presente, también vislumbran un futuro donde su influencia seguirá creciendo. La política en la entidad está llena de desafíos, pero con estos jóvenes al timón, el Verde tiene mucho camino por recorrer, con miras a consolidarse como una fuerza decisiva en los próximos años.
Curva peligrosa…
La llegada de Mi Gas Natural a Quintana Roo representa una transformación energética significativa para la región. Este servicio ofrece múltiples beneficios, como una reducción en los costos de consumo de energía, siendo una opción más económica en comparación con otros combustibles.
Además, es una fuente de energía más limpia y eficiente, contribuyendo a la reducción de emisiones contaminantes y al cuidado del medio ambiente. El suministro continuo de gas natural garantiza mayor seguridad energética para hogares y empresas, al tiempo que fomenta la modernización de la infraestructura y promueve el desarrollo económico en el estado.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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