*La visión de Mara Lezama pone de manifiesto un liderazgo que va más allá de lo local para insertarse con fuerza en el contexto internacional.
*Como buen alumno de la escuela del efecto Chespirito, “Chac Mex” se la jugó, pero olvidó que, en política, como en la vida, todo se paga.
* En el juego de tronos de Quintana Roo, donde el pasado siempre tiene una factura pendiente, la señora Fernández Piña debe estar contando las ovejas y los lobos antes de dormir
Por Joaquín Quiroz
En la dinámica política de Quintana Roo, la transformación de las relaciones entre los gobernadores y funcionarios internacionales marca un antes y después en la gestión pública y en la proyección internacional del estado. Bajo la administración pasada, con Carlos Joaquín, ahora embajador de la 4T en Canadá, la apertura hacia el escenario internacional parecía más un asunto protocolario que de verdadera profundidad estratégica.
Se destacaban encuentros ocasionales, de muy poco calado internacional como la recepción al primer ministro de Belice, o algún funcionario de Guatemala, así como a cónsules de Estados Unidos, pero siempre dentro de un marco bastante limitado del pasado gobernante y más ceremonial que efectivo.
Sin embargo, el panorama actual muestra un cambio significativo con la gobernadora Mara Lezama al mando. La relación de Quintana Roo con el ámbito internacional ha dado un giro notable, evidenciado en el reciente encuentro en el estado con Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México y representante personal de Joe Biden.
Este evento, lejos de ser una mera formalidad, se inscribe en una agenda de trabajo conjunta sobre temas de vital importancia como la migración, la seguridad, la educación y el desarrollo económico a pequeña escala.
La inauguración del octavo encuentro con la embajada de Estados Unidos, celebrada en Cancún y coordinada por la Comisión Sur-Sureste de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) bajo la presidencia de Mara Lezama, marca un parteaguas en la colaboración regional.
El foco de la reunión en temas como migración, seguridad, calidad educativa y economía a pequeña escala, refleja un enfoque pragmático y de bienestar para las comunidades rurales, destacando la importancia de la cooperación multinacional para abordar estos desafíos.
La visión de Mara Lezama, quien promueve un intercambio de pensamientos para fortalecer las relaciones comunitarias y expandir las conexiones multilaterales, pone de manifiesto un liderazgo que va más allá de lo local para insertarse con fuerza en el contexto internacional.
Este acercamiento estratégico con Estados Unidos y, particularmente con Ken Salazar, no sólo refuerza el Plan para la Integración de América del Norte, sino que también posiciona a Quintana Roo, y a Mara Lezama, en un lugar destacado en la diplomacia regional.
La capacidad de Lezama para erigirse como una figura nacional e internacional relevante es un activo que el gobierno de México reconoce y valora, demostrando con hechos que Quintana Roo está bien representado.
El contraste entre las gestiones resalta no sólo un cambio de estilo, sino de sustancia en la política exterior a nivel estatal. Mientras que en el pasado la interacción internacional podía percibirse como limitada y de bajo impacto, hoy Quintana Roo se muestra como un actor proactivo y de influencia en el escenario internacional, gracias a una gobernadora que entiende la importancia de tejer alianzas estratégicas y trabajar en conjunto para enfrentar desafíos comunes.
Este enfoque no sólo beneficia a Quintana Roo, sino que sienta un precedente para saber cómo los gobiernos estatales en México pueden y deben interactuar con el mundo.
La Danza de la Justicia en Quintana Roo
En el teatro político de Quintana Roo, donde el drama y la comedia suelen entrelazarse como en una obra de teatro dramático, los personajes del pasado empiezan a caer uno a uno, cual fichas de dominó en una tarde de ocio.
En este escenario, no es de extrañar que algunos, aún en el tablado, sientan el sudor frío de ser los próximos en recibir un llamado del telón de la justicia. Y es que, como diría el clásico: “Aquellos que viven en casas de cristal, deberían temer a las piedras”.
Ahí tenemos al prodigio del chespirato, José “N” –mejor conocido en los círculos de la farándula política como “Chac Mex”– quien, en un giro digno de un guion de telenovela, pasó de la diputación local al trono municipal de Felipe Carrillo Puerto.
Sin embargo, su ascenso, adornado con las malas artes heredadas de su padrino político, no fue más que el preludio de una caída anunciada. Como buen alumno de la escuela del efecto Chespirito, “Chac Mex” se la jugó, pero olvidó que, en política, como en la vida, todo se paga.
El estado de Quintana Roo, haciendo uso de la plataforma “X” –esa red social donde todos pretenden ser más de lo que son–, confirmó la orden de aprehensión contra nuestro personaje por esos pequeños deslices de usar ilícitamente sus atribuciones y facultades.
¡Vaya osadía! En una maniobra digna de Houdini, pero sin la misma gracia, simuló sesiones de Cabildo para autorizar bonos de fin de año, causando un pequeño descalabro económico de 2.6 millones de pesos. Peccata minuta para un ilusionista de su calibre.
Curva peligrosa…
Detenciones como las de “Chac Mex” no son más que el preludio de lo que podría ser una larga serie de episodios en este circo político. Y aquí es donde entra en escena nuestra aún diputada federal, Laura Fernández Piña, ex presidenta municipal de Puerto Morelos, quien seguramente está siguiendo muy de cerca esta saga. Si la justicia ha empezado a desenmascarar a los fantasmas del ayer, ¿qué le espera a ella?
En el juego de tronos de Quintana Roo, donde el pasado siempre tiene una factura pendiente, la señora Fernández Piña debe estar contando las ovejas y los lobos antes de dormir. Y es que, en este universo paralelo donde los deshonestos finalmente empiezan a rendir cuentas, el miedo no es sólo a la justicia, sino al espectro de la propia conciencia. Aunque, claro, presuponiendo que dicha conciencia exista y no haya sido ya subastada al mejor postor en alguna feria de vanidades políticas.
Así que, mientras los caídos empiezan a sumar y los que aún bailan en la cuerda floja revisan sus pasos, el mensaje parece claro: “En Quintana Roo, la Danza de la Justicia comienza a sonar con una melodía que, aunque tardía, promete no dejar a nadie sin pareja”. Y para aquellos que aún creen que pueden esquivar las notas, recordemos que la música, eventualmente, alcanza a todos. Sobre todo, a aquellos que bailaron con demasiada soltura en tiempos de deshonestidad.
Y recuerden… Esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, Twitter, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten nos leemos pronto Dios mediante pero que sea Xlalibre.