* El Tercer Festival Gastronómico del Caribe Mexicano espera más de cinco mil personas y consolidar a Puerto Morelos como destino turístico gourmet de primer nivel
* El panorama para el PRI se vislumbra sombrío. La elección del 2 de junio no es vista con optimismo, sino más bien como una confirmación de su declive.
Por Joaquín Quiroz
En el enmarañado tejido de la política local de Tulum, el alcalde Diego Castañón Trejo emerge como un hábil estratega, pone en evidencia una capacidad notable para sumar a su proyecto político a figuras y grupos de variado espectro, con miras a consolidar su camino hacia la reelección. Esta habilidad no sólo refleja un entendimiento profundo de la política como arte del acuerdo y la suma de voluntades, sino también un claro mensaje de unidad y fortaleza en su proyecto.
La reciente adhesión de Víctor Mas Tah, un peso pesado en el escenario político de Tulum, anteriormente alcalde y actualmente regidor, a las filas de Castañón Trejo, es una muestra de cómo las diferencias partidistas y las rivalidades pueden quedar a un lado cuando prevalece la visión de un proyecto común. Mas Tah, sin dejar que filias o fobias nublen su juicio, ha decidido apoyar abiertamente a Castañón, ejemplo de madurez política que trasciende los intereses inmediatos.
Este movimiento es especialmente significativo en el contexto de las afirmaciones de Jorge Portilla Mánica, futuro regidor por Movimiento Ciudadano, quien presumía de contar con el apoyo de Mas Tah, fundamentando su esperanza en una supuesta alineación ideológica y de grupo derivada del joaquinismo. Sin embargo, la decisión de Mas Tah de sumarse al proyecto liderado por Morena, Verde, y PT, en apoyo a Castañón, subraya una reconfiguración de alianzas que podría tener profundas implicaciones para el panorama político local.
La estrategia de Portilla, centrada en intentar desacreditar a Castañón mediante ataques que parecen enfocarse en trivialidades y percepciones de conducta en redes sociales, parece fallida y contraproducente. Esta aproximación, lejos de fortalecer su posición, parece haberlo aislado, y pone en evidencia una desconexión con la realidad política y con las expectativas de los ciudadanos y líderes locales.
En contraste, Castañón Trejo consolida apoyos dentro del ámbito político, además de avanzar en gestiones concretas que prometen beneficios tangibles para Tulum, como la atracción de nuevos centros comerciales y cadenas, fortaleciendo así su imagen como un gestor eficaz y un líder con visión de futuro.
Esta dinámica entre Castañón y sus contendientes destaca la importancia de la coherencia, la visión y la capacidad de sumar y construir sobre las bases de un proyecto inclusivo y prometedor. En este escenario, la política de Tulum no sólo se configura como un campo de batalla de intereses y egos, sino como un espacio donde la visión de futuro y el compromiso con el bienestar colectivo pueden y definen el curso del liderazgo y la gestión pública.
El sabor de la unidad y la tradición
Puerto Morelos, ese pintoresco rincón de Quintana Roo, se apresta a ser epicentro de una fiesta culinaria que promete deleitar paladares y fortalecer la identidad gastronómica de la región: el Tercer Festival Gastronómico del Caribe Mexicano. Previsto para los días 24 y 25 de este mes en el emblemático Parque Fundadores, el evento espera superar la asistencia de cinco mil personas y así consolidar al municipio como un destino turístico gourmet de primer nivel.
La iniciativa, liderada por la presidenta municipal Blanca Merari Tziu Muñoz, destaca por una organización impecable que promete una experiencia inigualable para los visitantes. Con la participación de 30 instituciones académicas, organismos empresariales y dependencias gubernamentales, el festival se convierte en un crisol donde la tradición y la innovación culinaria se dan la mano.
Este año, el festival honra al jurel, un pescado que encarna la riqueza y la diversidad del mar caribeño, como producto invitado. En una gran kermés inaugural, 14 expositores prepararán platillos emblemáticos de los 12 destinos turísticos de Quintana Roo, una oportunidad única para degustar la esencia de la región en un sólo lugar.
Pero el Tercer Festival Gastronómico va más allá del deleite sensorial, es un evento con conciencia social y cultural. Un 13 por ciento de las ganancias se destinará a la certificación de veinte cocineras tradicionales del estado, un gesto que subraya la importancia de preservar el patrimonio culinario y apoyar a quienes son guardianes de estas tradiciones.
La agenda del festival incluye una conferencia magistral sobre la comida mexicana, reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, y actividades que promueven el intercambio de conocimientos y experiencias entre los asistentes. Además, el evento se engalana con presentaciones de artistas locales y la representación del Carnaval de Cozumel, añadiendo un toque de fiesta y cultura a la celebración.
En la conferencia de prensa, donde se dieron a conocer los detalles del evento, fue evidente el entusiasmo y el compromiso de los presentes por ofrecer una experiencia segura, accesible y enriquecedora.
Puerto Morelos se prepara así para recibir a miles de visitantes y reafirmar su lugar en el mapa turístico y gastronómico del Caribe mexicano. El Tercer Festival Gastronómico del Caribe Mexicano no sólo es un evento, es una declaración de amor por la gastronomía, la cultura y la comunidad, y una invitación abierta a descubrir y celebrar la riqueza culinaria de Quintana Roo.
Curva peligrosa…
El destino de un coloso que parece haberse convertido en el titán caído de la política mexicana, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), no es ningún secreto que el proceso para obtener un turno en la salchichonería o en la fila del banco se ha tornado en una odisea digna de Homero; sin embargo, este fenómeno palidece en comparación con la facilidad pasmosa con la que se obtiene una candidatura dentro del PRI. Ya no se trata de una selección meticulosa de líderes con visión de futuro, sino más bien de una apertura indiscriminada de puertas a cualquier aspirante, sin importar su bagaje o preparación, rumbo a una derrota casi asegurada en las urnas.
Además de una crisis de identidad y liderazgo dentro del otrora invencible partido, este inusitado fenómeno refleja una estrategia desesperada por mantenerse relevante en el escenario político. La comparación con un turno en la salchichonería no es mera casualidad, sino una metáfora aguda de cómo se ha trivializado la postulación a cargos públicos dentro del partido, desvirtuando la esencia misma de la representación política.
La situación del PRI, consciente de su menguante influencia y popularidad, parece apostar por cualquier candidato, no importa cuán inverosímil sea su perfil con tal de llenar el espacio que alguna vez dominaron con autoridad. Es una especie de ruleta rusa política, donde el premio es la irrelevancia y el olvido.
Mirando hacia el futuro, el panorama para el PRI se vislumbra sombrío. La elección del 2 de junio no es vista con optimismo, sino más bien como una confirmación de su declive. Lo que alguna vez fue la columna vertebral de la política mexicana durante siete décadas, hoy es percibido como un refugio para los desesperados, los aventureros sin rumbo y aquellos cuyas aspiraciones políticas se basan más en el capricho que en una verdadera vocación de servicio.
Este giro trágico no sólo es una vergüenza para aquellos que una vez creyeron en el PRI, sino también un llamado de atención sobre la transformación del sistema político mexicano.
La ironía de este escenario es palpable: el partido que escribió la historia política del país, ahora parece estar escribiendo su propio epitafio, en una narrativa donde la ironía y la tragedia se entrelazan inexorablemente.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, Twitter, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten nos leemos pronto Dios mediante pero que sea Xlalibre.