*No es exagerado decir que el DIF estatal en el sexenio pasado era poco más que una sombra de lo que debería ser
*El éxito de Paul Carrillo incomoda a más de uno. Las rémoras del joaquinismo hoy se retuercen al ver cómo SEDE empieza a funcionar de verdad
Por Joaquín Quiroz Cervantes
La labor de Verónica Lezama Espinosa, presidenta honoraria del DIF Quintana Roo, ha sido oxígeno puro para la institución que, durante el sexenio anterior, había perdido su rumbo, su dignidad y, sobre todo, su esencia de apoyo a quienes más lo necesitan.
No es exagerado decir que el DIF estatal en el sexenio pasado era poco más que una sombra de lo que debería ser: una instancia de rapiña, desviación de recursos y negligencia, con una frívola titular, rodeada de buitres comandados por ella.
Con el liderazgo de Verónica, respaldada por su hermana, la gobernadora Mara Lezama, se ha dado un giro completo al enfoque de esta institución. La reconstrucción del DIF estatal no solo ha sido física, también moral.
Desde sus cimientos financieros, que fueron devastados, hasta la confianza pública que había sido erosionada, Verónica Lezama ha logrado recomponer las piezas de una instancia que debería ser símbolo de apoyo y empatía, y no de desfalco y abandono.
Su enfoque es claro: un trabajo de territorio, no de escritorio. Lejos de las frivolidades que suelen acompañar a ciertos cargos públicos, Verónica ha demostrado ser una funcionaria comprometida, sensible y con los pies en la tierra, que ha sabido responder a las necesidades más urgentes de las familias quintanarroenses.
En cada uno de los municipios de la entidad, su labor es palpable; desde acciones en pro de la integración familiar hasta el restablecimiento de los lazos comunitarios rotos, su influencia es indiscutible.
No se trata de discursos vacíos ni de promesas incumplidas. Verónica Lezama ha regresado la funcionalidad al DIF, priorizando a quienes más lo necesitan y enfrentándose a los desafíos con una visión clara y decidida.
La institución ahora trabaja de la mano con la ciudadanía, recuperando la confianza que se había perdido durante el periodo de opacidad que la precedió.
Es de destacar que este resurgimiento no ha sido fácil ni inmediato, pero su persistencia ha dado frutos. En conjunto con Mara Lezama, Verónica ha logrado, en poco más de dos años, lo que parecía imposible: convertir al DIF en un ente funcional, eficiente y, sobre todo, humano.
La meta ha sido clara desde el principio: no más burocracia ineficiente ni barreras administrativas para quienes necesitan apoyo, sino soluciones rápidas, concretas y efectivas.
Verónica Lezama Espinosa, con su estilo cercano y comprometido, ha demostrado que el servicio público, cuando se hace con vocación y responsabilidad, puede transformar vidas y devolverles a las instituciones su verdadera razón de ser.
El DIF Quintana Roo no solo ha ganado una ejemplar guía con Vero Lezama, ha recuperado la esperanza en el bienestar social, que es posible cuando se trabaja con entrega y corazón.
La transformación económica de Quintana Roo: Paul Carrillo
Una de las decisiones más acertadas y estratégicas que ha tomado la gobernadora Mara Lezama en los recientes ajustes de su gabinete ha sido la llegada de Paul Carrillo a la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDE).
Con este movimiento, finalmente se le está dando el enfoque correcto a una dependencia clave que, durante el pasado sexenio, no fue más que una cueva de oportunistas, encabezada por una titular que nunca supo, ni quiso, estar a la altura de las exigencias que Quintana Roo necesitaba en términos de crecimiento económico.
Rosa Elena Lozano, quien estuvo al frente de SEDE durante la administración joaquinista, dejó pasar un sexenio completo entre frivolidades y promesas vacías, como el famoso recinto fiscalizado que nunca llegó a concretarse.
Bajo su dirección, el apoyo a la ciudadanía fue nulo y la mediocridad de su gestión reflejó la incapacidad de un gobierno que no supo ni quiso hacer más por el estado.
La llegada de Mara Lezama al gobierno trajo consigo esperanza de cambio, pero en los primeros meses, SEDE seguía sin encontrar su rumbo. La titular de ese momento, sin experiencia real ni conocimientos en el área, más parecía una recomendación de algún grupo gremial que una funcionaria competente.
Su gestión fue tan gris y sin impacto que muchos en el estado apenas recuerdan su nombre, pues lo único que la respaldaba era su experiencia como manager de una tienda departamental. Así de lejos estaba de poder comprender las verdaderas necesidades económicas de un estado tan dinámico como Quintana Roo.
Pero Mara, fiel a su estilo, hizo lo que mejor sabe hacer: tomar decisiones inteligentes y valientes. Paul Carrillo, un hombre con vasta experiencia en el servicio público y un entendimiento claro de las necesidades del empresariado del estado, ha demostrado en pocos días lo que es posible cuando hay un liderazgo efectivo y una sinergia real con el proyecto de transformación que encabeza la gobernadora.
No es casualidad que Paul, con su trayectoria, sea el elegido para esta encomienda, pues Mara sabe perfectamente a quién confiar las tareas para su gobierno, y su capacidad para identificar talento y compromiso es indiscutible.
Por supuesto, el éxito de Carrillo incomoda a más de uno. Las rémoras del joaquinismo, que durante años se alimentaron del sistema sin aportar nada, hoy se retuercen al ver cómo SEDE empieza a funcionar de verdad.
Esas mismas voces que critican sin fundamento son las que nunca pudieron ofrecer una alternativa viable y, hoy, desplazadas y sin relevancia, intentan desestabilizar lo que es ya un éxito en la gestión de Mara Lezama.
Pero, como bien se sabe, en el gobierno de Mara no hay espacio para los nostálgicos del pasado ni para los frustrados que no evolucionan. Este es un proyecto de transformación, y quienes no están dispuestos a sumarse a la visión de una Quintana Roo en crecimiento y desarrollo no tienen cabida en él.
Con Paul Carrillo al frente de SEDE y la visión clara de Mara Lezama, el desarrollo económico de Quintana Roo no solo está garantizado, sino que está en manos de quienes entienden cómo trabajar de la mano con la ciudadanía y el empresariado, en sintonía con un gobierno que, a cada paso, confirma que las decisiones de Mara son certeras y siempre enfocadas en el bienestar del estado. Las voces agoreras seguirán hablando, pero el verdadero trabajo está en marcha, y los resultados ya empiezan a hablar por sí mismos.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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